viernes, 29 de marzo de 2013

RELEYENDO "UN MUNDO FELIZ"

                                                                                NELSON HAMANA (*)

            Así como los viajeros espaciales leyeron a Julio Verne para reproducir las hazañas de su imaginación, los biólogos moleculares pusieron su atención en  lo que era fantasía y denuncia en Aldous Huxley para convertirlo en realidad con los prodigios de la tecnología, que más parecen historias  de ficción que realidades constitutivas de lo más primario, fundamental y trascendente de la naturaleza..

            Nuestro relato se remonta al descubrimiento por Watson y Crick en la década de los cincuenta, de la famosa estructura de la doble hélice del A.D.N. que se ocultaba en las entrañas de los núcleos celulares, este se organizaba en lo esencial como un alfabeto de cuatro letras: Adenina (A) Timidina (T) Citosina (C) y Guanina (G), con el que podía escribirse todo el  fundamento biológico de los seres vivientes en base a una regla gramatical de apareamiento de las bases. A este prodigio lingüístico, se agrega la increíble capacidad de una inmensa molécula, que codifica la estructura y la función de los seres vivientes y es capaz de  reproducirse por sí sola, combinando la historia escrita en su seno desde los progenitores con una elevada certeza, que tiene autoconciencia, porque se repara sola cuando se daña y es capaz de percibir cuales funciones son necesarias, protegerse de las agresiones, entenderse con los mensajes que le llegan y cuando se equivoca puede dar lugar a verdaderas catástrofes. Es a todas luces el plan maestro de la naturaleza, escrito con la combinación de tan solo cuatro letras, cuyas secuencias adquieren significados en las grandes moléculas que forman el sustrato de los seres vivientes, las proteínas.

            Lo descubierto tiene la forma de una hélice, con dos barandas, como las de una escalera de caracol, que es capaz de romper su trama, justo en el centro de sus escalones, y cada mitad, reproduce la otra que se separó, o busca una que se le corresponda, para aparearse adecuadamente, es un mecanismo eficiente y preciso.. Lo es bastante más que nosotros al elegir pareja y se equivoca menos y cuando se equivoca no lo puede disimular ni esconder, no puede sufrir en silencio sino que su catástrofe se hace visible de manera inevitable. Esta es la manera en la que se perpetúa la información de los genes a través del tiempo y se mantienen con bastante precisión los controles de la naturaleza y las características de cada uno de los organismos vivientes y su progenie  y es la forma en la que con una gran precisión se combinan informaciones, manteniendo la variedad de las especies y acomodándolas al ambiente, hasta donde es posible. Hace más explícita y maravillosa la evolución de las especies que se funda en un  grupo de moléculas distintas que se organizan de una manera ingeniosa y son capaces de sustentar hasta el intelecto humano.

La biología  desde entonces progresó de manera vertiginosa e incesante y la historia de los Premios Nobel está llena con los nombres de los sucesivos descubridores que han marcado puntos de inflexión en esta área del conocimiento científico y que constituyen el acervo fundamental de las ciencias de los organismos vivos.

 La situación se hizo más compleja cuando a comienzos del Siglo XXI los gobiernos de Inglaterra y Estados Unidos anunciaron al mundo que el Genoma Humano se había descifrado, gracias a los avances tecnológicos de la segunda mitad del Siglo XX, en particular el avance de la informática que permitía realizar cálculos con una complejidad y una velocidad sorprendentes y a la concurrencia de los esfuerzos de diversos países, sobre todo en el momento de financiar unas investigaciones terriblemente costosas.

            Para aquel momento, el asombro que producía una tecnología tan elaborada, ocultaba cualquier intento de análisis sobre los problemas colaterales de ese conocimiento de la biología humana, sobre todo de la biología molecular, que podían convertirla en una tentación totalitaria (1). Ya Heidegger había dirigido su mirada al desarrollo de la tecnología como fundamento del avance de la cultura y la civilización contemporáneas (2) y la forma en la que ésta exigía a la naturaleza unas repuestas desconsideradas y poco comprometidas con las actividades de creación y de generación, ambas responsabilidades ineludibles de la artesanía intelectual del hombre. La materia  se hizo manipulable, dejó de ser el fundamento primero de las posibilidades humana, la técnica se independiza del control humano y es ella quien marca las directrices de su actualización.

            Me temo que las sospechas de entonces no fueron infundadas porque al lado de los prodigios que esta tecnología ha logrado en el conocimiento de los procesos básicos y comunes de las células  cancerosas, y que han trazado un camino, aun débil y costoso para su control, no ha cumplido cabalmente con otra de las expectativas, la de lograr órganos producidos en el laboratorio, con los que se afirmaría la medicina de trasplantes, esperanza de la medicina, que hoy se sigue enfrentando a las dificultades del rechazo inmunológico y al tráfico de órganos y  seres humanos, sobre todo en países de institucionalidad débil, en vez de contar con piezas de recambio que faciliten el trabajo médico.

            Aun cuando la medicina y los enfermos tienen mucho que agradecer a todos estos desarrollos tecnológicos, la tentación de producir sujetos humanos  y en general lograr productos de la naturaleza viviente manipulados, no ha cesado y sigue teniendo popularidad en esos ambientes de la investigación biológica. La clonación en animales y plantas es una esperanza próxima  y los conocimientos genéticos han permitido cuando menos lograr híbridos exitosos, ya no como tecnologías artesanales, con largos períodos de ensayo y error, sino con precisiones casi matemáticas, lo que les quita el encanto, pero no necesariamente la eficiencia.

            Esos intentos de manipulación encantan a algunos y escandalizan a otros y es así que en una publicación norteamericana, muy  prestigiosa, nos encontramos con un blog que reclama la tónica machista (3) con la que se ha especulado una investigación que condujo al trazado del material genético del Hombre de Neardental y llevó a su comparación con el genoma humano actual (4). La lectura de los resultados contenidos en esa publicación  resulta difícil para quien no está habituado a esta metodología, pero lo que a duras penas pude sacar en claro fue lo siguiente:
  • Hay diferencias con los humanos actuales, en particular lo que refiere al desarrollo del esqueleto, a las funciones metabólicas, y  mecanismos cognitivos, pero se pueden identificar las secuencias responsables de las diferencias.

  • Las secuencias genéticas son más lejanas en los habitantes de Eurasia que en los Subsaharianos. (Sesgo muy corriente y coincidente en estas investigaciones, sin comentarios sobre la justificación de acciones coloniales y represivas).

  • Hay toda una combinación complicada de parentescos con ancestros comunes y con los humanos actuales, de los que se infiere una coexistencia y un cruce prolongado de las diferentes especies y no una secuencia rígida que marcha en un solo sentido.


Por supuesto que estos hallazgos generan la esperanza de poder seguir la historia de nuestro ADN actual y encontrar en el camino lo que nos hace susceptibles a dolencias y costumbres que nos deterioran y nos atormentan, pero habrá quienes pretendan la inmortalidad física de los hombres. Por supuesto que todo esto se opone al sufrimiento y al fracaso como elementos constitutivos de lo humano y presentan la inmortalidad como algo deseable. En este punto sugiero leer una novela corta de Jorge Luis Borges: “Los Inmortales” que muestra de manera muy elocuente los horrores de una vida interminable. Será posible controlar los males físicos, pero no encontraríamos que hacer con la diversidad que generan las pasiones, a menos que logremos instaurar un régimen totalitario anónimo que nos liberaría del dolor y el sufrimiento pero a costas de la esclavitud de nuestros sentimientos.


Ya desde hace mucho tiempo, el código genético no es solo susceptible de lectura, sino que es posible escribir en él insertando segmentos de ADN a partir de otros organismos vivientes, aprovechando ciertos hallazgos logrados en los mecanismos de acción de los virus  capaces de llevar a las células a una conducta cancerosa, lo que unido a las técnicas de trasplantes de núcleos de una célula a otra ha permitido cambiar las conductas de organismos vivientes a partir de una modificación de su ADN.  El mecanismo de auto replicación permite mantener los cambios e ir produciendo sucesivas especies de ADN con la pretensión de formar seres vivientes modificados o nuevos seres aun no existentes. Se trata de introducir variaciones en lo que ocurre como un mecanismo habitual en la reproducción de las células y que está en el fondo de la consumación genética de la reunión de las parejas.
Estas tecnologías permiten insertar fragmentos nuevos en las secuencias de esta molécula, de gran tamaño, pero no necesariamente compleja,  y producir un cambio de conducta en la célula intervenida, mecanismo utilizado en la naturaleza por los virus, especialmente los que intervienen en el cáncer. Este modelo de la naturaleza fue utilizado para generar organismos programados, pero se trata tan solo de la manipulación y la combinación de lo existente de una manera diferente a lo que ocurre espontáneamente.

            Todo esto ha sido muy útil para la investigación y el tratamiento del cáncer y ha permitido a la ciencia dilucidar e intervenir sobre los efectos de los agentes infecciosos y los productos nocivos de la civilización sobre el ser humano y sobre el medio ambiente y ha logrado incrementar la eficiencia y el volumen de la producción de alimentos en el planeta.  También ha resultado útil para identificar los parentescos e  individualizar personas en la criminalística, mecanismo hoy en día muy popular en las series de televisión. 

            Pero no solo se ha logrado leer y escribir, sino que se ha logrado generar códigos de organismos conocidos a partir de manipulaciones de laboratorio, sin intervención de las células, componente indispensable para todo lo relatado,  y  con ello se ha logrado fabricar organismos nuevos totalmente desarrollados “in vitro” que funcionan de acuerdo a los esperado (5) e incluso se multiplican de la misma manera como lo hacen las células que se están imitando.

            Este conocimiento que avanza de manera indetenible, nos hace presumir la elaboración de todo un diccionario de segmentos genéticos y de conductas esperadas o modificadas a partir solamente de las expectativas tecnológicas, sin limitarse a imitar lo ya existente. Se trata de reducir la vida a verdaderas fórmulas lógicas o matemáticas, como se ha venido intentando con el universo desde hace ya varios siglos. El cuerpo se reduce a una maquinaria bien engranada y particularmente bien auto controlada que puede ser replicada, ya que en el fondo de su estructura se encuentran unas unidades simples que pueden correlacionarse a voluntad.

            Todo lo que hasta ahora vemos no es sino la descripción de una tecnología asombrosa que está facilitando la sobrevivencia del hombre sobre la tierra, y a la que mucho debemos agradecer, pero la especulación que sigue a estos descubrimientos es lo que se convierte en piedra de escándalo y le da un matiz ideológico que traiciona a la misma ciencia que defiende.

            El límite a las posibilidades de lograr todas las pretensiones de la tecnología desencarnada está dado por la laboriosidad de su ejecución, pero un honorable profesor de Harvard y por lo que se relata, un aventajado beneficiario de los descubrimientos, explotados a través de empresas muy lucrativas, ha logrado la construcción de una máquina capaz de sintetizar el ADN a una velocidad y cantidad superiores a lo que hasta ahora  ha conseguido la metodología de laboratorio y mucho más de lo que ha logrado  la naturaleza de una manera  lenta y perezosa y que comienza con el nada despreciable propósito de lograr un código genético humano, capaz de obtener especímenes resistentes a enfermedades comunes y muy generalizadas como es el caso del resfriado, pero además ha expresado su intención de reconstruir al Hombre de Neardental a partir de las muy conocidas y populares “células madres” (6) que son  indiferenciadas, es decir células cuya gran capacidad es la de progresar hacia uno u otro tejido, de acuerdo a los estímulos y así mediante mecanismos de síntesis del ADN y sus respectivas modificaciones obtener especímenes diferentes de seres humanos, a partir del seguimiento de la evolución de la estructura desde el precursor hasta nosotros.. Tiene el indudable propósito de manipular no solo la producción de alimentos y combustibles sino de llegar a ciertos contextos biológicos del ser humano, con la pretensión de determinar su vida cotidiana. Se trata de una nueva creación más precisa y previsible, sin los males de nuestra civilización y las inconsecuencias y torpezas de la naturaleza.

            Por supuesto que lo anunciado en el libro del Profesor Church es ciertamente espeluznante, pero lo que provoca la incomodidad de  quien hace la denuncia en el blog citado al comienzo, son las declaraciones de ese autor en una revista alemana de ámbito mundial (7), donde de una forma que parece cínica, al ser interrogado sobre la ética de tales investigaciones llevadas adelante solo por curiosidad, responde que hay algo más en sus propósitos, se trata de lograr una diversificación de la especie humana, ya que en su opinión la unicidad actual es problemática y señala entre las ventajas de sus proyectos, el de poder crear madres sustitutas a través de las hembras de chimpancés y la de obtener “mujeres aventureras”.  Hay un espacio muy corto hasta los humanos “alfa, beta, gamma y delta” de Huxley.

            Al margen de las declaraciones fanfarronas a la revista, que pueden haber tenido un propósito exhibicionista, cínico o crítico, el plantear la manipulación de la especie y la consiguiente determinación de las relaciones sociales de una manera artificial y programada es a todas luces un proyecto de dominación totalitaria, que en nada se diferencia del “Centro de Fecundación y Condicionamiento” de la novela de Huxley escrita en 1931 y ya estamos acostumbrados a que los adelantos de la tecnología son capaces de cualquier cosa, con tal que sea rentable, sobre todo cuando hay máquinas de por medio. Al fin y al cabo es lo que está haciendo la informática con nuestro intelecto y con las relaciones sociales, a partir de un invento destinado a facilitar la vida humana y no a controlarla. No es entonces muy aventurado pensar que la producción de tipos humanos estarán más orientados por las necesidades de marketing que por las estructuras y las relaciones humanas, con lo que la generación espontánea de la cultura quedaría anulada y el control totalitario nos llegaría hasta el fondo del alma, lo que no ha logrado ningún sistema político, económico o militar hasta ahora.

            Este temor también es compartido por investigadores del área de la biología fundamental  que se confiesan machos alfa y ateos (8), y es reproducida en revistas de opinión muy prestigiosas en ese ambiente. Además de reclamar la atención de problemas mucho más fundamentales, como son los del hambre, las enfermedades y el medio ambiente, con unos recursos tan cuantiosos, denuncian el contenido totalitario de tales propósitos tecnológicos.

Para nuestra tranquilidad la naturaleza se muestra pausada, lenta y mucho menos arrogante y más insegura en su elaboración evolucionista y mantiene en relación numerosos factores que influyen en todos sus procesos, no sabe trabajar sin referencias. Es lo que se llama el contexto (9), que de manera inexorable influye y evita todos los propósitos que pretenden alterar sus sistemas y demuestra exhaustivamente que su método de ensayo y error, siempre y cuando se le dé el tiempo necesario y se mantenga la calma, es el más eficiente. Los procesos naturales tienen preferencias, inclinaciones y pasiones, y el ADN no es una excepción: sabe cuándo debe enmendar y cómo repararse, cuándo debe activar uno u otro mecanismo y  en qué momento debe duplicarse, y la célula lleva una cuenta y un registro de todos sus procesos. La vida de todos los elementos de la naturaleza es de relación, tanto en sus expresiones puntuales como en las históricas. No permite reduccionismos y por ello responde de manera enérgica e inexorable a las manipulaciones. Es la expresión más acabada de un sistema de sistemas inevitablemente relacionados que no pueden ser individualizados, a menos que asumamos es el riesgo de desnaturalizarla.

Lo que está en juego no es la creación Divina, los redactores de la Biblia tuvieron buen cuidado de hablar de la creación “ex nihilo”, lo que le da una particular posición como Creador que lo coloca fuera de la naturaleza, los científicos no parten de la nada, tienen siempre un punto de apoyo en lo existente.

De lo que se trata es de los dos derechos fundamentales del hombre, la vida y la libertad, sin los cuales nada de lo que se llama humano tiene sentido, sería aceptarnos solo como un amasijo de funciones e instintos que acabaría con nuestra posición de máximos responsables de la creación.


Referencias:

1.- Hamana H. N. La Medicina Molecular, un paradigma totalitario. Gaceta Médica de Caracas. 2001;109(2):168-77

2.- Heidegger M. La pregunta por la técnica. Ed. Del Serval. Madrid. 1994.

3.- Agapakis C. Alpha males and: “adveturous human female”. Gender and synthetic genomics. Scientific American. Versión electrónica. Blog de Enero 22 de 2013

4.- Green R.E. et al… A draft sequence of the Neardental Genome.  Science 2010;328(5979):710-22

5.- Gibson D. E. et al… Creation of a bacterial cell controlled by a Chemical Syntesised Genome. Science 2010;329(5987):52-6

6.- Church G.M and Regis E.. Regenesis: How Synthetic Biology will reinvent nature ad ourselves. Basic Books. Edición electrónica Amazon 2013

7.- Der Spiegel 18-01-2013

8.- Craig Venter J. What should be worried about. Egde. 23 de enero de 2013.

9.- Cardinale S. et al… Contextualizing context for Syntetic Biology. Identifying causes of failure of Syntethic Biological Systems. Biotechnol. J. 2012;7(7):856-66
(*) Médico anatomopatólogo. Magister Scientiarum en Filosofía USB

1 comentario:

  1. Felicitaciones al autor por su facilidad de hacer algo comprensible esta madeja de descubrimientos asombrosos y al alojante de esta lección de biologia molecular por facilitrnos tan exquisita lectura,

    ResponderEliminar