domingo, 31 de marzo de 2013

Ser jesuíta: una puerta de entrada a China

Natalia Tobón Tobón (*) 
 
 
 
 
 
jesuitas chinaL a entronización del papa Francisco no fue un acontecer en China, como tampoco lo fue en su momento, la ascensión de Benedicto XVI o el fallecimiento de Juan Pablo II. En este viernes santo les traemos la última entrega sobre las complejas relaciones entre las dos partes.
La razón del por qué el Vaticano no es noticia en China es sencilla: China no le da importancia a noticias de países con los que no tiene relaciones diplomáticas, y más aún, a aquellos que han desafiado su autoridad.
En 1951 el Vaticano decidió apoyar sólo a Taiwán, ignorando así el precepto de la República Popular China de “una sola China”. En adelante, se han continuado casi seis décadas de tires y aflojes en donde cada lado busca reafirmar su autoridad, creando una situación en donde se sigue una misma fe pero se pregona desde dos iglesias diferentes.  
La ilegal, es precisamente la que ampara el Vaticano. La aceptada es llamada la Iglesia Patriótica, que si bien sigue las prácticas tradicionales católicas romanas, acepta obispos y curas aprobados en Pekín, en lugar de aquellos nominados por el Vaticano.
Este es el segundo punto de quiebre entre ambos Estados: Pekín no acepta que otro Estado le imponga líderes religiosos y por lo tanto, no acepta ningún obispo o cardenal enviado desde San Pedro.
Esta ley aplica para todas las religiones. En 1995, el gobierno chino se negó a reconocer a Gedhun Choekyi Nyima, niño de seis años, como la reencarnación del Panchen Lama, el segundo en jerarquía dentro del Budismo tibetano. En su lugar, nominó a otra persona, que fue entrenado por los Lamas afiliados a Pekín y que hoy, a sus 23 años, ocupa incluso un puesto político dentro de la Conferencia Consultiva Política china. Para los tibetanos esto fue un revés pues se rompió la tradición religiosa de selección de Lamas y se convirtió en uno de los grandes conflictos con Beijing, recrudecido con el hecho de que Nyima desapareció meses después de que fuera designado como el próximo Panchen Lama.
Frente a la religión católica, las medidas han buscado de igual forma controlar a aquellos que poseen una autoridad designada por poderes externos. En 1951 el gobierno comunista expulsó al cardenal Antonio Riberi pues se negó a participar en la creación de lo que más adelante sería la Iglesia Patriótica.
Desde esa fecha hasta hoy, los oficiales religiosos que expresan su apoyo al Vaticano han sido expulsados de China o arrestados. El último fue Thaddeus Ma Daqin, quien renunció a la Asociación Patriótica en Julio de 2012 y a quien le fue revocado su título de obispo aprobado por Pekín. Ma había declarado que seguiría sus labores pastorales siguiendo la fe católica y no la del gobierno central, y desde entonces se encuentra en arresto domiciliario en un seminario en Shanghai.
Una nueva oportunidad 
Con los anteriores pontífices las relaciones no encontraron un buen trecho. Juan Pablo II, en plena guerra fría, declaró su lucha contra el comunismo, condenando así acercamientos con la República Popular China.
Con la posesión de Benedicto XVI, China expresó que esperaba que se crearan “condiciones favorables para la normalización de las relaciones”. En 2007, el entonces papa envió una carta a los católicos chinos en la que proponía una unión de las dos iglesias, sin algún efecto.
Pero con el papa Francisco se abre una nueva posibilidad. La recepción de su nominación recibió casi las mismas palabras que para Benedicto XVI, expresando su “deseo de que el Vaticano haga esfuerzos conjuntos con China con el fin de crear condiciones para la mejora de las relaciones bilaterales bajo el liderazgo del nuevo Papa”.
Pero el nuevo papa tiene un as bajo la manga que otros no tuvieron: pertenece a la Compañía de Jesús.
Los jesuitas han sido los únicos misioneros que pudieron establecerse en China. Con su peso e influencia a nivel regional y su enorme población, el país siempre fue uno de los destinos soñados para el catolicismo. Sin embargo, todas las misiones católicas, incluso desde las primeras registradas en el siglo XIII por los grupos franciscanos, y las que ocurrieron luego con agustinos y dominicos, fracasaron al ser expulsadas por el imperio.
Fue sólo hasta la primera misión jesuita, en 1582, que el catolicismo logró entrar a China, gracias a Matteo Ricci. Con una apreciación y valoración de la cultura china, Ricci fue uno de los primeros extranjeros en dominar el mandarín, produjo el primer diccionario de mandarín a una lengua europea y enseñó a los oficiales chinos matemáticas y astronomía. Su importancia fue tal que se convirtió en el primer extranjero en ser invitado a la ciudad imperial en Pekín, adquiriendo el cargo de “consejero de la corte imperial”.


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El éxito de Ricci fue la aplicación de la técnica de la “acomodación”, que consistía en entender y apropiarse de las características propias de la cultura autóctona, para luego interpretarlas desde las prácticas católicas. Así, Ricci encontró puntos similares entre la filosofía confuciana y católica, y aceptó la veneración de los ancestros –práctica fundamental asiática- al considerarla una costumbre civil, logrando así varios conversos y el respeto social.
Los jesuitas se convirtieron en el puente de conocimiento científico hacia Europa en las dinastías Ming y Qing. Sin embargo, en el siglo XVII, el Vaticano dio un paso atrás al volver a considerar estas costumbres como unas prácticas paganas, obligando a los católicos a abandonarlas. El resultado fue la expulsión de todos los otros jesuitas instalados después de Ricci y la definición del catolicismo con una secta peligrosa. El Vaticano se retractó dos siglos después, diez años antes de que Mao entrara al poder y le cerrara las puertas a las religiones al ser prácticas burguesas.
Taiwán: factor desestabilizador  
El pasado martes, el presidente taiwanés Ma Ying-Jeou, acompañado de su delegación de alto nivel hicieron su acto de presencia en la entronización papal.
La religión en sí no es el motor de las relaciones, pues menos del 2% de la población es católica, sino el acuerdo político, pues el Vaticano es su único socio en Europa y uno de los 23 Estados que lo reconocen.
A diferencia de 2005, cuando Beijing se lamentó públicamente por la presencia del entonces presidente Chen Shui-bian, esta vez simplemente afirmó que para restablecer el contacto, es necesario que el Vaticano reconozca que sólo existe una sola China, y que no injiera en los asuntos internos de China, como sería en este caso, la nominación de autoridades espirituales.
Escoger un papa no europeo ha sido una movida de apertura del Vaticano, declaró Zhao Yongsheng, académico de la Academia de Ciencias Sociales al diario oficial Global Times. Ahora es de esperar si la apertura continúa, con un papa que aplique la misma técnica de acomodamiento de su compañero jesuita, eliminando una a una las barreras, y encuentre así un acuerdo de conciliación entre ambas autoridades.

(*) Publicado originalmente en SIC Semanal- Centro Gumilla. Caracas, 30 de marzo de 2013

viernes, 29 de marzo de 2013

RELEYENDO "UN MUNDO FELIZ"

                                                                                NELSON HAMANA (*)

            Así como los viajeros espaciales leyeron a Julio Verne para reproducir las hazañas de su imaginación, los biólogos moleculares pusieron su atención en  lo que era fantasía y denuncia en Aldous Huxley para convertirlo en realidad con los prodigios de la tecnología, que más parecen historias  de ficción que realidades constitutivas de lo más primario, fundamental y trascendente de la naturaleza..

            Nuestro relato se remonta al descubrimiento por Watson y Crick en la década de los cincuenta, de la famosa estructura de la doble hélice del A.D.N. que se ocultaba en las entrañas de los núcleos celulares, este se organizaba en lo esencial como un alfabeto de cuatro letras: Adenina (A) Timidina (T) Citosina (C) y Guanina (G), con el que podía escribirse todo el  fundamento biológico de los seres vivientes en base a una regla gramatical de apareamiento de las bases. A este prodigio lingüístico, se agrega la increíble capacidad de una inmensa molécula, que codifica la estructura y la función de los seres vivientes y es capaz de  reproducirse por sí sola, combinando la historia escrita en su seno desde los progenitores con una elevada certeza, que tiene autoconciencia, porque se repara sola cuando se daña y es capaz de percibir cuales funciones son necesarias, protegerse de las agresiones, entenderse con los mensajes que le llegan y cuando se equivoca puede dar lugar a verdaderas catástrofes. Es a todas luces el plan maestro de la naturaleza, escrito con la combinación de tan solo cuatro letras, cuyas secuencias adquieren significados en las grandes moléculas que forman el sustrato de los seres vivientes, las proteínas.

            Lo descubierto tiene la forma de una hélice, con dos barandas, como las de una escalera de caracol, que es capaz de romper su trama, justo en el centro de sus escalones, y cada mitad, reproduce la otra que se separó, o busca una que se le corresponda, para aparearse adecuadamente, es un mecanismo eficiente y preciso.. Lo es bastante más que nosotros al elegir pareja y se equivoca menos y cuando se equivoca no lo puede disimular ni esconder, no puede sufrir en silencio sino que su catástrofe se hace visible de manera inevitable. Esta es la manera en la que se perpetúa la información de los genes a través del tiempo y se mantienen con bastante precisión los controles de la naturaleza y las características de cada uno de los organismos vivientes y su progenie  y es la forma en la que con una gran precisión se combinan informaciones, manteniendo la variedad de las especies y acomodándolas al ambiente, hasta donde es posible. Hace más explícita y maravillosa la evolución de las especies que se funda en un  grupo de moléculas distintas que se organizan de una manera ingeniosa y son capaces de sustentar hasta el intelecto humano.

La biología  desde entonces progresó de manera vertiginosa e incesante y la historia de los Premios Nobel está llena con los nombres de los sucesivos descubridores que han marcado puntos de inflexión en esta área del conocimiento científico y que constituyen el acervo fundamental de las ciencias de los organismos vivos.

 La situación se hizo más compleja cuando a comienzos del Siglo XXI los gobiernos de Inglaterra y Estados Unidos anunciaron al mundo que el Genoma Humano se había descifrado, gracias a los avances tecnológicos de la segunda mitad del Siglo XX, en particular el avance de la informática que permitía realizar cálculos con una complejidad y una velocidad sorprendentes y a la concurrencia de los esfuerzos de diversos países, sobre todo en el momento de financiar unas investigaciones terriblemente costosas.

            Para aquel momento, el asombro que producía una tecnología tan elaborada, ocultaba cualquier intento de análisis sobre los problemas colaterales de ese conocimiento de la biología humana, sobre todo de la biología molecular, que podían convertirla en una tentación totalitaria (1). Ya Heidegger había dirigido su mirada al desarrollo de la tecnología como fundamento del avance de la cultura y la civilización contemporáneas (2) y la forma en la que ésta exigía a la naturaleza unas repuestas desconsideradas y poco comprometidas con las actividades de creación y de generación, ambas responsabilidades ineludibles de la artesanía intelectual del hombre. La materia  se hizo manipulable, dejó de ser el fundamento primero de las posibilidades humana, la técnica se independiza del control humano y es ella quien marca las directrices de su actualización.

            Me temo que las sospechas de entonces no fueron infundadas porque al lado de los prodigios que esta tecnología ha logrado en el conocimiento de los procesos básicos y comunes de las células  cancerosas, y que han trazado un camino, aun débil y costoso para su control, no ha cumplido cabalmente con otra de las expectativas, la de lograr órganos producidos en el laboratorio, con los que se afirmaría la medicina de trasplantes, esperanza de la medicina, que hoy se sigue enfrentando a las dificultades del rechazo inmunológico y al tráfico de órganos y  seres humanos, sobre todo en países de institucionalidad débil, en vez de contar con piezas de recambio que faciliten el trabajo médico.

            Aun cuando la medicina y los enfermos tienen mucho que agradecer a todos estos desarrollos tecnológicos, la tentación de producir sujetos humanos  y en general lograr productos de la naturaleza viviente manipulados, no ha cesado y sigue teniendo popularidad en esos ambientes de la investigación biológica. La clonación en animales y plantas es una esperanza próxima  y los conocimientos genéticos han permitido cuando menos lograr híbridos exitosos, ya no como tecnologías artesanales, con largos períodos de ensayo y error, sino con precisiones casi matemáticas, lo que les quita el encanto, pero no necesariamente la eficiencia.

            Esos intentos de manipulación encantan a algunos y escandalizan a otros y es así que en una publicación norteamericana, muy  prestigiosa, nos encontramos con un blog que reclama la tónica machista (3) con la que se ha especulado una investigación que condujo al trazado del material genético del Hombre de Neardental y llevó a su comparación con el genoma humano actual (4). La lectura de los resultados contenidos en esa publicación  resulta difícil para quien no está habituado a esta metodología, pero lo que a duras penas pude sacar en claro fue lo siguiente:
  • Hay diferencias con los humanos actuales, en particular lo que refiere al desarrollo del esqueleto, a las funciones metabólicas, y  mecanismos cognitivos, pero se pueden identificar las secuencias responsables de las diferencias.

  • Las secuencias genéticas son más lejanas en los habitantes de Eurasia que en los Subsaharianos. (Sesgo muy corriente y coincidente en estas investigaciones, sin comentarios sobre la justificación de acciones coloniales y represivas).

  • Hay toda una combinación complicada de parentescos con ancestros comunes y con los humanos actuales, de los que se infiere una coexistencia y un cruce prolongado de las diferentes especies y no una secuencia rígida que marcha en un solo sentido.


Por supuesto que estos hallazgos generan la esperanza de poder seguir la historia de nuestro ADN actual y encontrar en el camino lo que nos hace susceptibles a dolencias y costumbres que nos deterioran y nos atormentan, pero habrá quienes pretendan la inmortalidad física de los hombres. Por supuesto que todo esto se opone al sufrimiento y al fracaso como elementos constitutivos de lo humano y presentan la inmortalidad como algo deseable. En este punto sugiero leer una novela corta de Jorge Luis Borges: “Los Inmortales” que muestra de manera muy elocuente los horrores de una vida interminable. Será posible controlar los males físicos, pero no encontraríamos que hacer con la diversidad que generan las pasiones, a menos que logremos instaurar un régimen totalitario anónimo que nos liberaría del dolor y el sufrimiento pero a costas de la esclavitud de nuestros sentimientos.


Ya desde hace mucho tiempo, el código genético no es solo susceptible de lectura, sino que es posible escribir en él insertando segmentos de ADN a partir de otros organismos vivientes, aprovechando ciertos hallazgos logrados en los mecanismos de acción de los virus  capaces de llevar a las células a una conducta cancerosa, lo que unido a las técnicas de trasplantes de núcleos de una célula a otra ha permitido cambiar las conductas de organismos vivientes a partir de una modificación de su ADN.  El mecanismo de auto replicación permite mantener los cambios e ir produciendo sucesivas especies de ADN con la pretensión de formar seres vivientes modificados o nuevos seres aun no existentes. Se trata de introducir variaciones en lo que ocurre como un mecanismo habitual en la reproducción de las células y que está en el fondo de la consumación genética de la reunión de las parejas.
Estas tecnologías permiten insertar fragmentos nuevos en las secuencias de esta molécula, de gran tamaño, pero no necesariamente compleja,  y producir un cambio de conducta en la célula intervenida, mecanismo utilizado en la naturaleza por los virus, especialmente los que intervienen en el cáncer. Este modelo de la naturaleza fue utilizado para generar organismos programados, pero se trata tan solo de la manipulación y la combinación de lo existente de una manera diferente a lo que ocurre espontáneamente.

            Todo esto ha sido muy útil para la investigación y el tratamiento del cáncer y ha permitido a la ciencia dilucidar e intervenir sobre los efectos de los agentes infecciosos y los productos nocivos de la civilización sobre el ser humano y sobre el medio ambiente y ha logrado incrementar la eficiencia y el volumen de la producción de alimentos en el planeta.  También ha resultado útil para identificar los parentescos e  individualizar personas en la criminalística, mecanismo hoy en día muy popular en las series de televisión. 

            Pero no solo se ha logrado leer y escribir, sino que se ha logrado generar códigos de organismos conocidos a partir de manipulaciones de laboratorio, sin intervención de las células, componente indispensable para todo lo relatado,  y  con ello se ha logrado fabricar organismos nuevos totalmente desarrollados “in vitro” que funcionan de acuerdo a los esperado (5) e incluso se multiplican de la misma manera como lo hacen las células que se están imitando.

            Este conocimiento que avanza de manera indetenible, nos hace presumir la elaboración de todo un diccionario de segmentos genéticos y de conductas esperadas o modificadas a partir solamente de las expectativas tecnológicas, sin limitarse a imitar lo ya existente. Se trata de reducir la vida a verdaderas fórmulas lógicas o matemáticas, como se ha venido intentando con el universo desde hace ya varios siglos. El cuerpo se reduce a una maquinaria bien engranada y particularmente bien auto controlada que puede ser replicada, ya que en el fondo de su estructura se encuentran unas unidades simples que pueden correlacionarse a voluntad.

            Todo lo que hasta ahora vemos no es sino la descripción de una tecnología asombrosa que está facilitando la sobrevivencia del hombre sobre la tierra, y a la que mucho debemos agradecer, pero la especulación que sigue a estos descubrimientos es lo que se convierte en piedra de escándalo y le da un matiz ideológico que traiciona a la misma ciencia que defiende.

            El límite a las posibilidades de lograr todas las pretensiones de la tecnología desencarnada está dado por la laboriosidad de su ejecución, pero un honorable profesor de Harvard y por lo que se relata, un aventajado beneficiario de los descubrimientos, explotados a través de empresas muy lucrativas, ha logrado la construcción de una máquina capaz de sintetizar el ADN a una velocidad y cantidad superiores a lo que hasta ahora  ha conseguido la metodología de laboratorio y mucho más de lo que ha logrado  la naturaleza de una manera  lenta y perezosa y que comienza con el nada despreciable propósito de lograr un código genético humano, capaz de obtener especímenes resistentes a enfermedades comunes y muy generalizadas como es el caso del resfriado, pero además ha expresado su intención de reconstruir al Hombre de Neardental a partir de las muy conocidas y populares “células madres” (6) que son  indiferenciadas, es decir células cuya gran capacidad es la de progresar hacia uno u otro tejido, de acuerdo a los estímulos y así mediante mecanismos de síntesis del ADN y sus respectivas modificaciones obtener especímenes diferentes de seres humanos, a partir del seguimiento de la evolución de la estructura desde el precursor hasta nosotros.. Tiene el indudable propósito de manipular no solo la producción de alimentos y combustibles sino de llegar a ciertos contextos biológicos del ser humano, con la pretensión de determinar su vida cotidiana. Se trata de una nueva creación más precisa y previsible, sin los males de nuestra civilización y las inconsecuencias y torpezas de la naturaleza.

            Por supuesto que lo anunciado en el libro del Profesor Church es ciertamente espeluznante, pero lo que provoca la incomodidad de  quien hace la denuncia en el blog citado al comienzo, son las declaraciones de ese autor en una revista alemana de ámbito mundial (7), donde de una forma que parece cínica, al ser interrogado sobre la ética de tales investigaciones llevadas adelante solo por curiosidad, responde que hay algo más en sus propósitos, se trata de lograr una diversificación de la especie humana, ya que en su opinión la unicidad actual es problemática y señala entre las ventajas de sus proyectos, el de poder crear madres sustitutas a través de las hembras de chimpancés y la de obtener “mujeres aventureras”.  Hay un espacio muy corto hasta los humanos “alfa, beta, gamma y delta” de Huxley.

            Al margen de las declaraciones fanfarronas a la revista, que pueden haber tenido un propósito exhibicionista, cínico o crítico, el plantear la manipulación de la especie y la consiguiente determinación de las relaciones sociales de una manera artificial y programada es a todas luces un proyecto de dominación totalitaria, que en nada se diferencia del “Centro de Fecundación y Condicionamiento” de la novela de Huxley escrita en 1931 y ya estamos acostumbrados a que los adelantos de la tecnología son capaces de cualquier cosa, con tal que sea rentable, sobre todo cuando hay máquinas de por medio. Al fin y al cabo es lo que está haciendo la informática con nuestro intelecto y con las relaciones sociales, a partir de un invento destinado a facilitar la vida humana y no a controlarla. No es entonces muy aventurado pensar que la producción de tipos humanos estarán más orientados por las necesidades de marketing que por las estructuras y las relaciones humanas, con lo que la generación espontánea de la cultura quedaría anulada y el control totalitario nos llegaría hasta el fondo del alma, lo que no ha logrado ningún sistema político, económico o militar hasta ahora.

            Este temor también es compartido por investigadores del área de la biología fundamental  que se confiesan machos alfa y ateos (8), y es reproducida en revistas de opinión muy prestigiosas en ese ambiente. Además de reclamar la atención de problemas mucho más fundamentales, como son los del hambre, las enfermedades y el medio ambiente, con unos recursos tan cuantiosos, denuncian el contenido totalitario de tales propósitos tecnológicos.

Para nuestra tranquilidad la naturaleza se muestra pausada, lenta y mucho menos arrogante y más insegura en su elaboración evolucionista y mantiene en relación numerosos factores que influyen en todos sus procesos, no sabe trabajar sin referencias. Es lo que se llama el contexto (9), que de manera inexorable influye y evita todos los propósitos que pretenden alterar sus sistemas y demuestra exhaustivamente que su método de ensayo y error, siempre y cuando se le dé el tiempo necesario y se mantenga la calma, es el más eficiente. Los procesos naturales tienen preferencias, inclinaciones y pasiones, y el ADN no es una excepción: sabe cuándo debe enmendar y cómo repararse, cuándo debe activar uno u otro mecanismo y  en qué momento debe duplicarse, y la célula lleva una cuenta y un registro de todos sus procesos. La vida de todos los elementos de la naturaleza es de relación, tanto en sus expresiones puntuales como en las históricas. No permite reduccionismos y por ello responde de manera enérgica e inexorable a las manipulaciones. Es la expresión más acabada de un sistema de sistemas inevitablemente relacionados que no pueden ser individualizados, a menos que asumamos es el riesgo de desnaturalizarla.

Lo que está en juego no es la creación Divina, los redactores de la Biblia tuvieron buen cuidado de hablar de la creación “ex nihilo”, lo que le da una particular posición como Creador que lo coloca fuera de la naturaleza, los científicos no parten de la nada, tienen siempre un punto de apoyo en lo existente.

De lo que se trata es de los dos derechos fundamentales del hombre, la vida y la libertad, sin los cuales nada de lo que se llama humano tiene sentido, sería aceptarnos solo como un amasijo de funciones e instintos que acabaría con nuestra posición de máximos responsables de la creación.


Referencias:

1.- Hamana H. N. La Medicina Molecular, un paradigma totalitario. Gaceta Médica de Caracas. 2001;109(2):168-77

2.- Heidegger M. La pregunta por la técnica. Ed. Del Serval. Madrid. 1994.

3.- Agapakis C. Alpha males and: “adveturous human female”. Gender and synthetic genomics. Scientific American. Versión electrónica. Blog de Enero 22 de 2013

4.- Green R.E. et al… A draft sequence of the Neardental Genome.  Science 2010;328(5979):710-22

5.- Gibson D. E. et al… Creation of a bacterial cell controlled by a Chemical Syntesised Genome. Science 2010;329(5987):52-6

6.- Church G.M and Regis E.. Regenesis: How Synthetic Biology will reinvent nature ad ourselves. Basic Books. Edición electrónica Amazon 2013

7.- Der Spiegel 18-01-2013

8.- Craig Venter J. What should be worried about. Egde. 23 de enero de 2013.

9.- Cardinale S. et al… Contextualizing context for Syntetic Biology. Identifying causes of failure of Syntethic Biological Systems. Biotechnol. J. 2012;7(7):856-66
(*) Médico anatomopatólogo. Magister Scientiarum en Filosofía USB

viernes, 22 de marzo de 2013

EL HUMOR DE AQUILES NAZOA

                                                                           LAUREANO MÁRQUEZ  (*)
 
 
 
No sé por qué, esta semana, de tanto dar vueltas en la cabeza buscando un tema para escribir, me vino a la mente Aquiles Nazoa y sus ideas sobre el papel que desempeña el humor. Seguramente fue porque el mes próximo se cumplen 93 años de su nacimiento.
En el libro que Aquiles Nazoa dedica al análisis de la obra de Leoncio Martínez (Genial e ingenioso. La obra literaria y gráfica del gran artista caraqueño Leoncio Martínez en una selección de Aquiles Nazoa), nos ofrece algunas pistas interesantes:
-El humorista es un ser de actitud subversiva frente al mundo. Le desagrada lo que ve, y de manera particular la injusticia. Para tomar partido y fijar su posición solo cuenta con el humor, como instrumento no violento que le permite criticar sin odiar.
-El humorista indaga qué hay detrás de las cosas. Trata de descubrir los mecanismos ocultos que las mueven, para ver qué hay de salvable en ellas. El humorista cree en el hombre, quisiera cambiarlo, pero lo acepta tal cual es. Sus fallas le son familiares.
Hay pues una actitud analítica en el humor: la descomposición de un hecho o una cosa en sus partes para entenderla. Es por esto que el humor requiere siempre de información, del manejo de ciertos datos y del conocimiento de la realidad a la que alude.
El humor viene a ser el descubrimiento sorpresivo de que las cosas no son como se pensaba que eran, porque de alguna manera corre el velo y muestra lo que hay detrás.
Para Aquiles el humorismo no se limita al chiste, en el que interviene también el elemento sorpresa.El chiste se agota en sí mismo y se necesita otro chiste. El humor va más allá del chiste porque procura el pensamiento analítico y sus consecuencias perduran en el tiempo.
Creo que la mejor definición del humorismo es la que nos brinda Aquiles: "el humor es una manera de hacer pensar sin que el que piensa se dé cuenta de que está pensando".
De Aquiles Nazoa compartimos con los lectores unos versos poco conocidos que reafirman esa creencia de Aquiles de que el humor perdura y nos pone a pensar:
 
 
Verbos irregulares
 
 
Estos son unos verbos que, a paso de tortuga,
Yo conjugo
Tú conjugas
Él conjuga…
Como sin garantía todo el mundo se inhibe,
yo no escribo,
tú no escribes,
él no escribe.
Sino mil tonterías que, de modo evidente,
yo no siento,
tú no sientes,
él no siente.
Pues de escribir las cosas que uno tiene en el seso,
yo voy preso,
tú vas preso,
él va preso.
O, rumbo al frío Norte, París o Gran Bretaña,
yo me extraño,
tú te extrañas,
él se extraña.
Y por eso, temiendo que nos cojan la falla,
yo me callo,
tú te callas,
él se calla.
Moraleja: Por la ley de chivato, que es una ley eterna,
yo gobierno,
tú gobiernas,
él gobierna.
 
 
(*) Politólogo y humorista.  Publicado en Tal Cuál el viernes 15 de marzo de 2013. Reproducido sin pedirle permiso

miércoles, 20 de marzo de 2013

CARTA DE UN TEÓLOGO A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOBRE EL NUEVO PAPA


José Ignacio González Faus (*)

 
 
JI-GONZALEZ-FAUS




Tengo mis quejas contra los medios de comunicación: me han traicionado algunas veces, creo que también ellos son servidores del Capital y que, por tanto, el buen titular o la defensa de la propia ideología pasarán por delante de la verdad; lo que engresca les gustará más que lo que construye; y muchas veces compiten indignamente porque parece que más importante que comunicar una verdad es ser el primero en hacerlo, o darla en exclusiva.
Pero: creo que los medios tienen sus derechos que debo respetar, conozco mucha gente honrada y encantadora que trabaja en ellos y que son también conscientes de lo que digo. Y además, aunque no pretendo compararme con Casillas, suelo decirme que al que no le marcan goles o no se lesiona, es señal de que no juega. Y el juego de construir la historia (el “poema de Dios” que dice la carta a los efesios) es uno de los más dignos, más apasionantes y más cristianos.
Dicho esto pido perdón porque estos días he procurado rehuir el aluvión mediático. Simplemente necesitaba tiempo para interiorizar, situarme y aclararme yo mismo. Ahora, si alguien quiere saber algo de mi opinión, lo encontrará en estas páginas que van dirigidas a todos sin exclusivas ni derechos de propiedad privada. Y aquel a quien no le interese (que sería lo más lógico) ya puede pasar a otra cosa.
Cuenta uno de los primeros biógrafos de Ignacio de Loyola que cuando, en una sobremesa, se enteró del nombramiento como papa de Pablo IV, se le demudó la cara y se puso pálido (Ignacio y Caraffa habían tenido antes más de dos pequeños encontronazos; y Pablo IV hizo muy difícil la vida a la naciente Compañía de Jesús). Discretamente Ignacio salió de la sala; y al cabo de un cuarto de hora regresó sonriente y con el rostro pacificado. Se supone que había ido a rezar.
Cuento la anécdota tanto para los que ayer se quedaron pálidos como para los que irradiaban alegría: que los hay de las dos clases por lo que ahora diré. Y aprovecho para decir a ambos grupos que ni hay que desengañarse del Espíritu Santo ni hay que buscar en él unas seguridades que son mucho más supersticiosas que creyentes. Dios sólo interviene en la historia respetando nuestra libertad y contando con nuestra respuesta libre. Y esa respuesta sabemos de sobra por dónde ha de ir: por el respeto mutuo dialogante, por el amor fraterno y por negar la primacía al propio interés. Sin el empeño en ir por ahí, no habrá Espíritu que sople (o soplará un espíritu no precisamente santo).
Casi no conozco personalmente a Bergoglio. He oído infinidad de cosas sobre él, positivas y negativas. He esperado a ver qué saben los medios de él, y he visto que prácticamente todo lo que yo pudiera decir ya es conocido. Lo cual me confirma que es muy sabia la frase de Jesús que tanto molesta a muchos eclesiásticos: “lo que oís en los oídos predicadlo sobre los tejados” porque, a la larga, “no hay nada tan encubierto que no acabe conociéndose” (Mt, 10,27.26).
Por eso resumiré, un poco simplificadamente, diciendo que los temores vienen de su época de jesuita y las esperanzas de su época de arzobispo. Sus relaciones con el antiguo general Kolvenbach fueron muy tirantes, dividió la provincia argentina en dos bandos aún no del todo reconciliados: dicen que es un hombre con una increíble capacidad de seducción, pero con una pasión de poder que le vuelve terriblemente duro con los que no van por su línea. El jesuita húngaro-argentino Franz Jalic ha escrito cosas que, precisamente por el enorme respeto con que están escritas sin citar nunca su nombre (habla sólo de ”una persona”) y por el inmenso sufrimiento que comportaron, no pueden ser pasadas por alto. También porque, según me contaron, la única vez que volvieron a verse los dos después de todo aquello, muchos años después y en Alemania, se fundieron en un largo abrazo donde no faltaron lágrimas.
Yo no puedo garantizar como testigo ocular la verdad de todas esas críticas y otras parecidas; pero creo que si el papa Francisco toma en serio lo que tan bien dijo ayer: “antes de bendeciros os pido que me bendigáis vosotros a mí”, aceptará también que “antes de hablaros yo quiero escucharos a vosotros”: porque saber lo que se piensa de uno, puede ser un dato muy útil a la hora de actuar, en vez de pensar que la verdad sobre mí es sólo aquello que yo pienso de mí.
Y así pasamos a lo positivo: han corrido por ahí todos esos datos del arzobispo que viajaba siempre en metro o en autobús, que cuando tenía un cura enfermo iba él a visitarle, le preparaba a veces la comida o le suplía en trabajos parroquiales, que tronó contra la injusticia y la miseria del mundo. Y es cierta la anécdota de que, la misma noche en que fue nombrado arzobispo de Buenos Aires, sonó el teléfono (supongo que de alguien que querría felicitarle) y al descolgar dijo más o menos: “perdone que ahora me estoy haciendo la cena, si fuera tan amable de llamar media hora más tarde”.
Y las positividades continúan en su presentación de ayer: ya he evocado lo de “antes de bendeciros habéis de bendecirme vosotros a mí” que, lógicamente, debe ser extendido más allá de la plegaria. Pequeño detalle, pero indicio de sensibilidad, fue el dirigirse al pueblo como hermanos “y hermanas”, cuando la congregación de liturgia todavía pretende que digamos que Jesús entregó su vida sólo por todos “los hombres”, sin enterarse de cómo ha cambiado el significado de esta palabra. Significativo teológicamente el designarse por dos veces sólo como “obispo de Roma”… Y añadamos el potencial simbólico del nombre: porque Francesco no fue sólo el que, en los albores del capitalismo naciente, se quitó la ropa ante su padre negociante y el arzobispo, para “seguir desnudo al Jesús desnudo”. Fue también el que, en la era en que la Iglesia hacía cruzadas “contra los moros”, se embarcó alocadamente como pudo para ir a dialogar con el sultán.
Y fue finalmente el que, ante la visión de una ermita casi en ruinas, siente la llamada de Dios que le dice “repara mi Iglesia que se cae”. Si el nombre de Francisco incluye las tres cosas, no puede estar mejor elegido.
Vamos pues a tener una paciencia esperanzada: dejando para otros momentos nuestra necesidad de aplaudir y aclamar (porque las multitudes, ya se sabe, son idólatras por naturaleza y así se falsifica la comunidad), y dejando para otros momentos nuestras desesperanzas. Vamos también a ver si, aprovechando estos episodios, los católicos abandonamos la papolatría (o el papa-natismo): Jesús escogió a un Pedro, intuitivo y con innegable madera de líder según parece, pero cargado de defectos que los evangelios nunca ocultaron. Y le mantuvo aunque Jesús tenía más derecho que nosotros a decepcionarse. Porque si la Iglesia necesita (como yo creo) un ministerio de unidad, es precisamente porque todos somos solidariamente responsables de ella y en ella. De lo contrario, si no hubiera más que un responsable, no haría falta ningún ministerio de unidad.
No sé decir más, y perdonen aquellos a quienes he dado carpetazo. Uno también necesita su tiempo.

(*)  Teólogo.
Publicado originalmente en SIC SEMANAL de la Redacción de la revista SIC
www.gumilla.org

viernes, 15 de marzo de 2013

EL PAPA, VIDELA Y EL DEDO ÍNDICE