jueves, 8 de agosto de 2013

Carta a Jorge Rodríguez


Diego Rafael Silva Silva es un compositor e investigador venezolano con una destacada trayectoria en el campo de la música. Su amplia formación se apoya en estudios realizados en la Escuela de Música José Reyna y en el Instituto de Fonología en Caracas.  Además estudió Guitarra Clásica, Teoría de la música, Contrapunto y Fuga, Instrumentación, Orquestación  y Formas Musicales con el maestro  Antonio Estévez.  Estudió Historia de la Música,  con especialidad en Música Medieval y Renacentista  de Europa, además de cursos, como Perfeccionamiento Guitarrístico, Técnicas de improvisación y armonía aplicada al Jazz, Técnicas de Grabación e informática y Software de Computación aplicados a la música y otros.

Entre 1982 y 1989 se residenció en Nicaragua donde trabajó en el Departamento de Investigaciones, Fomento del Arte del Ministerio de Cultura, bajo la dirección de Ernesto Cardenal  realizando grabaciones e innumerables trabajos de investigación.

Compositor de música de cámara, música sinfónica, para coro y orquesta, para solistas y orquesta, además de trabajos que contienen tecnologías de síntesis electrónica, computación y manifestaciones étnicas grabadas "in situ".  Ha recibido innumerables reconocimientos en el ámbito de la composición y sus obras han sido interpretadas en conciertos realizados en: Estados Unidos, Inglaterra, Alemania, Rusia, España, Francia, Nicaragua, México, Perú, Canadá, Ecuador, Bolivia, Siria, Cuba y Uruguay.

Ha dirigido diversas orquestas con programas que incluyeron obras propias y piezas correspondientes a los trabajos de investigación y restauración de la música Venezolana del pasado y del presente.

En Venezuela sus piezas han sido interpretadas por importantes orquestas y agrupaciones y destacados solistas han estrenado e incorporado sus obras en sus repertorios. Conferencista, orador, ponente y participante en foros y encuentros internacionales, miembro de diversas instituciones, profesor, fundador de grupos y orquestas.

                                  SI DE PRECIO SE TRATARA

                                                         (Carta a Jorge Rodríguez)

"Alcalde Rodríguez, usted tiene todo el derecho de convocar a concurso para un nuevo himno a Caracas, eso no puede cuestionarse objetivamente, en fin, las ciudades al igual que las sociedades que las habitan se van transformando, y si se hace necesario erigir un nuevo concepto para una transformación sensiblemente importante, es valedero convocar a la transformación de sus elementos simbólicos (con sus asociaciones filosóficas).

El himno anterior (Pezutti-Sarabia) quedará entonces como un testimonio patrimonial de lo que hemos sido (¿le trae a la memoria algo relacionado a esta expresión?) y constituirá un importante referente histórico.

Lo que usted NO DEBE hacer es ofender a dos creadores que además, han hecho aportes a la música en Venezuela.

Los Himnos son el reflejo de una sociedad en un momento histórico específico, por lo tanto, juzgarlos desde el punto de vista estético es como decir que la mamá de uno, como está vieja, es fea y hay que buscarse una nueva o en su defecto, colocarle prótesis y hacerle cirugía.

Las banderas son parecidas; son significantes que van sufriendo transformaciones al paso de los años, en la medida en que el referente que representan y su significado lo van haciendo.

El Gloria al Bravo Pueblo no fue producto de un concurso hecho en 1810 si no de necesidades inmediatas de la antesala de una guerra; similar a la Marsellesa Francesa (escrita además por un monárquico).

Cuando Tiero Pezzuti gana el concurso con la música del Himno a Caracas (1960), lo hizo representando lo que quizás fue el ethos urbano sonoro de la época (que representa los intereses del grupo social hegemónico), no un pasodoble barato. Solo esto, lo constituye un testimonio sonoro, querámoslo o no.

Años después, Chelique Sarabia, un compositor cuyas canciones han alcanzado trascendencia en la vida de los venezolanos (e internacionalmente), ganaría un segundo concurso (1984) con el texto poético del himno (lo que llaman letra, que yo hubiera encargado a Aquiles Nazoa).

Si ellos estaban identificados o no con los postulados políticos de los dirigentes de entonces, no es motivo para descalificarlos con expresiones como baratos o serviles.

Si Sarabia escribió el eslogan para la candidatura de Carlos Andrés en 1973 y otros elementos temáticos del partido que ese ex-presidente representaba, es señal de que de un modo u otro tenía afectividad por Acción Democrática (lo cual no niega el compositor y además, no es un delito...también lo hizo Jose Luis Rodríguez).

Pero da la casualidad que el presidente del jurado que seleccionó el texto de Sarabia fue José Antonio Abreu....¿Que tal?...si, el mismo de la milmillonaria corporación de orquestas que ha servido para todo poder nefasto instaurado en Venezuela, pero muy en especial el de Carlos Andrés Pérez (del que fue hombre de confianza y dos veces ministro)...fue también Abreu el que hizo el concierto fastuoso para la coronación del mismo (no fue una toma de posesión si no un acto real) con el mismo despliegue con que se lo hace a ustedes (digo a la dirigencia del gobierno).

Tiero Pezzutti es un maestro ítalo-venezolano que hizo esfuerzos significativos en el plano de la enseñanza musical (aunque a mí no me gustaran los componentes de los métodos con que enseñaba, pero los de Abreu son peores), que publicó algunas obras de grandes autores venezolanos y así mismo, escribió una buena cantidad de ellas representativas de nuestro acervo musical y ha realizado cientos de arreglos de la música popular venezolana.

José Enrique Sarabia (Chelique), neoespartano de nacimiento, irrumpe en el mundo musical venezolano (1958) con una canción que casi todos nuestros padres (y abuelos) cantaban en serenatas y encuentros familiares ANSIEDAD....pero además, escribió otras canciones que lograron trascender el habitual ranking o Hit Parade (como se le llamaba antes), Cuando no sé de ti, Chinita de Maracaibo, Marinero, No te muerdas los labios, Piragüero, y Te Necesito.

El mismo año en que Sarabia compone el tema central para la campaña de Carlos Andrés (1973... yo mismo ironicé musicalmente ese eslogan junto a nuestra Gloria Martin), este ingresa a la política de modo explícito con Acción Democrática, pero para ese entonces, José Antonio Abreu le llevaba una morena a Chelique en cuanto a la actividad política; la gran diferencia es que Sarabia se mantuvo fiel a las toldas adecas y Abreu se vendió siempre al mejor postor...al que maneja el dinero. Y es que Abreu además ha tenido una connotada vida política asociada a la derecha nacional e internacional, ¿o es que no es servilismo trabajar para enaltecer los valores de la dependencia? ¿O es que a él lo premian internacionalmente por difundir la cultura musical venezolana o latinoamericana?...justo ahora se presentó en las europas y se le nombra ¡Salvador de la música clásica!...claro...la de ELLOS.

Fíjese Alcalde, el Himno compuesto para partido político venezolano más imponente y hermoso es el de ACCIÓN DEMOCRÁTICA... (imagino a algunos chavistas gritándome: "blasfemo, infiel, hereje"...)

¿Sabe usted de quién es el texto? DE ANDRES ELOY BLANCO (tan oriental como Luis Mariano)

¿Sabe usted de quién es esa maravillosa música? DE INOCENTE CARREÑO (tan margariteño como Chelique)

El estro manifestado en esa obra de arte no tiene por qué asociársele a lo que hicieron luego los detractores de ese partido (de origen relativamente revolucionario).

¿Tiene el partido que usted representa un himno que esté a la altura del adeco?...con todo respeto a quien lo compuso, desde mi visión de músico (que no necesita la aprobación de Pérez Pirela) no la tiene. (No sé si la elección del himno del PSUV se ganó en concurso...).

Aparte de los himnos que cantábamos de niños en las escuelas (himno al árbol, al maestro...etc.) lo mejor que he escuchado en varios años en cuanto a himno se refiere es esa hermosa reencarnación del Gloria al Bravo Pueblo que sirve de despedida a Ávila TV, un digno y merecido atrevimiento que enaltece un componente fundamental de nuestra etnicidad, la negritud (me disculpan los afrodescendientes, pero allí lo que escucho es a venezolanos), deberían hacer público el crédito a él o los autores de tan maravilloso y bello gesto y RECONOCERLOS. Así mismo, ha sido muy afortunada la decisión de orquestar y emblematizar el bello Himno del Batallón de Blindados Bravos de Apure (con letra y música de Heriberto Maluenga) que entonara el comandante Chávez el 8 de diciembre del 2012.

Hace poco, una de las tantas orquestas de la corporación de su muy alabado Abreu, realizó un concierto en el marco del cumpleaños de nuestro héroe llanero (obviamente el comandante Chávez) y el repertorio fue: El cuarto movimiento de la Novena Sinfonía de Beethoven y Venezuela de Herrero y Armenteros...salvo que usted me diga lo contrario, Beethoven no es de Elorza y el par de españoles, jamás conocieron Venezuela y por demás, uno de ellos ODIA a Chávez.

En cambio, la Orquesta Sinfónica Venezuela, cada vez que se presenta en espacios populares, no solamente tiene el sentido de la sindéresis relacionado con el repertorio, sino el respeto a los símbolos que en ese momento se representan...vea usted el programa elegido por ellos para su participación en el acto de Mercosur...revise en cambio el de la corporación de Abreu en el acto ofrecido en la sala Ríos Reyna por la salud de Chávez.

Entonces, si de cambiar paradigmas se trata, hagámoslo con sindéresis y sobre todo con respeto.

Algunos voceros del gobierno criticaron a la prensa opositora por ignorar la fecha de natalicio de El Libertador y dedicar páginas enteras a cubrir el nacimiento de un nuevo heredero de una de esas monarquías desteñidas de Europa...¿sabe usted en donde estaba el músico predilecto del gobierno [Abreu y su combo] el 24 de julio?...haciendo conciertos para la consagración de la hegemonía cultural de Centroeuropa, en otras palabras, ejerciendo su EURO-ADICCIÓN con el dinero de todos los venezolanos...obviamente, nada barato si se compara con el montaje y puesta en escena nacionalista (digamos económica...para no ofender) que presentó una de sus filiales en Caracas (la misión Alma Llanera), mientras él y sus casi 2.000 ejecutantes, pasaban trabajo en las europas...representándonos. Abreu no es barato...y además sale caro a la identidad nacional y americana.

Maestro Sarabia, no le conozco personalmente porque jamás frecuenté los círculos a los que usted pertenecía (aunque tuve la oportunidad de estrechar la mano del inmortal Sadel cuando le invité y accedió a cantar en solidaridad con el pueblo Salvadoreño), soy un revolucionario de toda la vida, como tal, respeto el trabajo de todo creador que se haya entregado con fervor e intensidad a su labor, tal como hizo usted con algunas de sus hermosas canciones, por eso, en mi condición de compositor, le extiendo mi mano solidaria en relación al patrimonio que ellas representan.

Maestro Pezzuti, aún cuando yo cuestione ciertos elementos pedagógicos presentes en sus métodos de enseñanza, no ignoro el encomiable aporte que ha hecho usted a la cultura musical venezolana y por ello, le estoy agradecido.

Terminaré con uno de los versos de una canción de Chelique; si alguien que los lee se siente reseñado...Sépase que se hace con ese destino (Silvio Rodríguez)

Cuando no se de ti...te quiero mucho más (Chelique)

¡Salud!

PD. Lauro fue adeco en sus comienzos, también lo fue Sojo y lo es Simón Díaz...tres grandes maestros cuyo estro se proyectó hacia lo identitario...no así Abreu."

DIEGO SILVA SILVA
diegosilvasilva@cantv.net

 

2 comentarios:

  1. En realidad es como pedirle peras al olmo, pues el problema es de raíz. Se trata de destruir todo lo que se ligue a tiempos anteriores para decir que TODO cuanto haya sea producto de la revolución. Hay que demostrar que la revolución sirvió para algo, pues no tiene nada permanente ni sólido que exhibir en 46 experimentos sociales realizados. Así que aquí NO HAY ARGUMENTO QUE VALGA...

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  2. Excelente relato de nuestros himnos patrios. Sólo añadiría a los mencionados el "Himno Universitario" de la Universidad Central de Venezuela con música de Evencio Castellanos y texto de José Tadeo Arreaza Calatrava y Luis Pastori, en mi opinión el himno más hermoso que se ha escrito en nuestro país y quizá uno de los más bellos que haya escuchado. Tiene el inconveniente de que por su complejidad contrapuntística para las cuatro voces, no puede ser cantado a una voz por una multitud, por ejemplo, como sí ocurre con La Marsellesa, la Internacional, el Gloria al Bravo Pueblo, etcétera...

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