viernes, 19 de julio de 2013

La autonomía perseguida


                           JUAN JOSÉ RACHADELL (*)

                           MARCO TULIO MENDOZA (**)

 

 

“nunca hagas preguntar por quién doblan las campanas:

doblan  por  ti”.

                                                                      (John Donne, poeta inglés 1624)

                                                                                                         

La autonomía, como principio que brota del mismo individuo y las instituciones por él creadas, tiene por pilar de sustentación la libertad, entendida  esta como la oportunidad de ser mejores, crear, desarrollar, decidir y hacerse responsable de las consecuencias y  ella existe donde la inteligencia y el valor consiguen vencer a la fatalidad y en donde los límites de acción los definen los derechos  justos del colectivo y no los intereses e imposición de un  grupo de poder.

Las bases ideológicas y políticas del actual gobierno, acarrean indispensablemente la concentración del poder y como derivación de ello, la eliminación sistemática y progresiva de las autonomías (institucionales, administrativas, académicas, económicas,  gremiales, comunicacionales, etc.)

Manifestación fehaciente del proyecto de destrucción de autonomías institucionales por parte del gobierno, es la pérdida de la división e independencia de los  poderes públicos nacionales: Poder Judicial, Poder Contralor, Poder Electoral, Poder Legislativo, los cuales están sometidos desde hace tiempo a acatar directrices políticas partidistas del gobierno central, quien ha llegado al extremo de mantener, a algunos de ellos, deslegitimados por el incumplimiento de las “formas” constitucionales (designación de titulares, renovación por períodos vencidos, etc.), con la finalidad de garantizar su control.

Dentro del espíritu  de concentración administrativa del Poder, se pretende revertir  todo el proceso de Descentralización, el cual se expresaba en la creación y ejercicio de las  autonomías regionales y locales, considerándose, por sus resultados y alcances,  un gran logro de la Democracia consagrado en la  actual Constitución refrendada por el pueblo venezolano.

Formas perversas de esta acción destructiva las encontramos en la creación  de entidades y organizaciones paralelas de gobierno regional, las cuales,  amén de incrementar la burocracia tarifada, quitan recursos legítimos de los estados, dificultan los procesos de planificación, organización y gobernabilidad de las entidades estadales legítimamente instituidas por la votación popular.

De notoria actualidad  resalta el ataque destructivo de la autonomía de  las universidades  y otras instituciones de educación superior, las cuales están sometidas desde hace años a  la violencia, al  cerco económico y vejámenes, destinadas a  controlar, someter y doblegar su espíritu libertario y su conciencia crítica, madeja de su esencia existencial.

Dentro de estas políticas gubernamentales se enmarca también, el plan de control estatal de la economía, a fin de someter la iniciativa y la capacidad privada como fuerza viva beligerante de una nación, de allí el control de cambios, los decretos de expropiación en sectores productivos, los cercos impositivos  y legales que hacen de cualquier iniciativa un calvario de  tramitaciones burocráticas,  consecuencias  inevitables:  una corrupción galopante y generalizada,  cierre masivo de industrias, la caída y fuga a otras naciones de nuevas inversiones, la destrucción de fuentes de trabajo, desempleo, derrumbe de la producción agropecuaria, manufacturera e industrial, desabastecimiento, inflación (de la más grande del mundo) unido a estancamiento económico (estanflación), devaluación sostenida de la moneda, determinando la caída del poder adquisitivo , empobrecimiento  fulminante y el  deterioro de la calidad de vida.

En la lógica política del gobierno, es indispensable la imposición de un pensamiento único “socialista”, para cuyo establecimiento se implementó un aparato compulsivo de creación de medios masivos de comunicación (radios comunitarias, canales televisivos, periódicos revistas, medios electrónicos, etc.) y el abusivo cierre y multas de medios de comunicación independientes privados, bajo cualquier pretexto, amparados en un legado jurídico sancionado explícitamente para la dominación y las interpretaciones complacientes. No podía faltar a lo anterior, la coacción, amenazas, persecución y judicialización de periodistas disidentes  ideológicos.

 Pretendiendo en el tiempo la consolidación de  una ideología hegemónica, el gobierno implementó modificaciones curriculares de contenidos y asignaturas en el sistema de educación preescolar básica y diversificada, cuya instauración plena la ha impedido responsable y valientemente la sociedad civil venezolana.  “Con mis hijos no te metas”.

La libertad democrática de las organizaciones gremiales y sindicales legítimamente constituidas ha sido estratégicamente atropellada a través de su desconocimiento, interviniendo con dictámenes judiciales sus procesos eleccionarios, llegando a la persecución y hasta criminalización de líderes laborales y creando  organismos sindicales oficialistas a los cuales se les da representación que no lograron por vía electoral.

En definitiva, el verdadero objetivo de esta Revolución es la eliminación de la democracia como mecanismo de convivencia política y la instauración a través de todas las artimañas pensables de un régimen totalitario, cuyo ejercicio participativo de las comunidades está centrado primordialmente en un sistema de control político partidista, copiado inescrupulosamente de experiencias fracasadas en lo económico y social de regímenes comunistas (Cuba y la extinta URSS).

Asistimos a 15 años de destrucción, en lugar de construcción, de haber dilapidado la más grande oportunidad económica y social de América Latina, de haber desmantelado o minimizado nuestro aparato productivo manufacturero, agropecuario e industrial, incluyendo nuestra empresa petrolera,  de haber presenciado el endeudamiento astronómico  injustificado de nuestra patria  comprometiendo el  presente y futuro de varias generaciones, cuya única consecuencia visible  ha sido la creación de los sistemas de corrupción masiva institucional y la aparición de una boliburguesía escandalosa.

En esa política nacional se insertan los acontecimientos devenidos y por venir en el estado Lara, como la ejecutoria de medidas administrativas en contra de personas, edificaciones e instituciones.

Argumentando una diligente preocupación que no demuestran en el mantenimiento de estructuras viales, turísticas, culturales, deportivas,  y hospitalarias,  el gobierno central exhibe desbordada eficiencia  con tomas  militares de instalaciones larenses, acciones altamente publicitadas para intentar distraer el desastroso manejo de la economía, y de los urgentes problemas del país (delincuencia, desabastecimiento, inflación, vivienda, salud, servicios  públicos, corrupción, etc.) ante los cuales ha demostrado, falta cómplice de interés, incapacidad e ineficiencia.

Guardando las distancias y los tiempos, con la toma del icono larense “La Flor de Venezuela”  y tantos otros despojos  en  nuestra patria, vale la pena remembrar un incidente protagonizado el 12 de octubre de 1936, en el paraninfo de la universidad de Salamanca, por  el General franquista símbolo del fascismo español, Millán Astray, quien escoltado por sus legionarios armados con metralletas y  atizando las arengas de “viva la muerte”,  “muera la inteligencia” y “exterminen a los militantes de la anti-España” (el País Vasco y Cataluña),  encontró respuesta en la figura digna del rector de la Universidad, Miguel de Unamuno, de 72 años, filósofo y novelista, a quien  ante los pronunciamientos del soldado extremista  sentenció entre otras cosas:  “Venceréis, pero no convenceréis. Venceréis porque tenéis sobrada fuerza bruta; pero no convenceréis, porque convencer significa persuadir  y  para persuadir necesitáis algo que os falta: razón y derecho en la lucha.”.

Es el momento, ante la grave situación que se nos presenta, de tomar conciencia de nuestra responsabilidad como ciudadanos  pertenecientes a un país democrático que proporciona   medios y maneras de lucha para defender los derechos constitucionales.

Es el tiempo de la acción responsable y la valentía justiciera  que siempre nos ha caracterizado como pueblo, para encontrar la dignidad del Presidente electo de Venezuela, Dr. José María Vargas,  ante  el oficial Pedro Carujo, jefe del batallón Anzoátegui quien al arrestarlo dentro del acto inconstitucional ignominioso de la “Revolución de la Reforma” le gritó: "El mundo es de los valientes", de lo cual disintió el mandatario: "No, el mundo es del hombre justo; es el hombre de bien, y no del valiente, el que siempre ha vivido y vivirá feliz sobre la tierra y seguro sobre su conciencia".

Remembrando y  adecuando a nuestras circunstancias las palabras de la  sultana Aixa  a su lagrimeante hijo  Boabdil, último  Emir  de Granada (1482-1492) ante la perdida y  entrega del reino, podemos  sentenciar:

«No lloremos  como esclavos, la libertad que no supimos defender como ciudadanos».

 

   (*)     Abogado. Profesor de Derecho Constitucional UCV y UCAB. Ex-Senador. Ex-Procurador de la República
  (**)    Médico Psiquiatra. Profesor Universitario. Ex-Decano de la Facultad de Medicina UCLA.                     

 

 

1 comentario:

  1. Hola, Franklin: nos gustaría reproducir el texto que escribiste sobre Faulkner en Venezuela en www.revistacoronica.com
    Somos una revista digital hecha en Colombia.
    El texto referido está en el enlace:
    http://micolchaderetazos.blogspot.com/2011/11/el-granjero-en-venezuela.html

    Si nos autorizas puedes aceptar la invitación en el correo revistacoronica@live.com
    El único objetivo de la revista es ayudar a difundir muestras de buena escritura.
    Un saludo

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